SINTONIZANDO EL CANAL CORRECTO

SINTONIZANDO EL CANAL CORRECTO

Hace poco recordaba que cuando era niña mi mamá solía tener diariamente encendido un aparato de radio en su estación favorita, que, dicho sea de paso, me aburría tremendamente y cuando tenía oportunidad movía la antena intentando sintonizar otra estación. No era sencillo, o por lo menos así me lo parecía, porque a veces se escuchaba mucha interferencia o como si  muchas estaciones estuvieran encimadas. Era necesario ser preciso en la sintonía para poder escuchar claramente.

Y esto lo relaciono ahora que, como creyente, tengo la necesidad de escuchar la voz de Dios. Y es que, como hijos nos es básico buscar siempre el consejo o la instrucción de nuestro Padre, pero en ocasiones, me pasa igual a lo que me sucedía con esa radio de mi mamá, la sintonía no es muy clara, estamos tan inmersos en nuestro diálogo interno, o bien, damos oído a voces que no precisamente están alineadas a los principios del Padre, es decir; hay tanta interferencia que no distinguimos claramente lo que Él está diciéndonos.

«Pues Dios habla una y otra vez, aunque la gente no lo reconozca”. Job 33:14 (NTV)

Dios habla una y otra vez… esto me hace preguntarme sobre cuánta sabiduría, riqueza y enseñanza tal vez no estamos captando por no estar bien sintonizados.

Me llama la atención que dice: “aunque la gente no lo reconozca”. El deseo de Dios, como Creador y Padre es comunicarnos su corazón, su voluntad, que entrelacemos finamente nuestro espíritu a su voz y lo reconozcamos como la única Fuente de Verdad de quien recibamos consejo, corrección o enseñanza. Es necesario que tengamos tal conexión con él, que sepamos distinguir su voz a pesar de todo el “ruido” que se escucha, ya sea interno o externo y es indispensable discernir claramente, porque si no, lo que oímos puede llegar a contaminar nuestra mente.

Sintonizar la voz de Dios implica tener una relación íntima con él. Hay que callar nuestras emociones, enfocarnos y que nuestra pasión sea conocer su voluntad.

Pongamos atención a qué voz estamos escuchando y busquemos sintonizarnos a la única voz que nos habla verdad y libertad.

Eugenia Flores.