El estrés de la vida diaria y la desconfianza, provoca que nuestro entendimiento se dispare, que vivamos gobernados por pensamientos que muchas veces son tóxicos. Sin embargo, creo que una meta de cada hombre y mujer debería ser la de controlar sus pensamientos y emociones. Y mira lo que encontré:
«…Permitan que la paz de Cristo controle siempre su manera de pensar, pues Cristo los ha llamado a formar un solo cuerpo para que haya paz; y den gracias a Dios siempre…” Colosenses 3:15 PDT
La fórmula está en permitir que la paz se manifieste en nuestras vidas, poder alinear nuestros pensamientos a esa paz que solo puede dar Cristo. Cuando mantienes tu paz, tu mente es gobernada.
La paz tiene el increíble poder de controlar lo que pensamos. En ocasiones se nos vienen pensamientos de derrota o fracaso o de temores, que empiezan a controlar nuestras vidas. Esta mentalidad provoca reacciones, y conforme lo que piensas, es así como actúas. Por eso es tan importante controlar nuestra mente. Y manteniendo la paz podemos lograrlo.
Ante una situación difícil, lo primero que debes hacer es pensar que Dios está contigo sea cual sea la situación y que además no hay cosa en todo el universo que pueda separarte del amor de Cristo. Centra tu paz en esas verdades y a partir de allí empieza a pensar correctamente. De acuerdo a la verdad de Él.
Puede que las circunstancias no sean las óptimas, puede que incluso sean amenazantes. Aún así permite que la paz controle tus pensamientos. Aún más en circunstancias difíciles.
A veces hay situaciones duras en los matrimonios o familias y si no se controlan los pensamientos, se termina con heridas y al pasar el tiempo se vuelven amarguras, matrimonios divorciados o familias divididas. Es aquí cuando debemos de poner en práctica el dejar manifestar la paz para que gobierne nuestra mente, y lograr el objetivo que en este mismo pasaje nos enseña: “…a formar un solo cuerpo para que haya paz…” En una familia donde gobierna la paz, se dan pensamientos de querer estar unidos a pesar de las circunstancias.
Alinearse a la paz no significa que no vas a tener problemas, no quiere decir que tu matrimonio estará intacto de discusiones, sino que gobernarás tus pensamientos para meditar correctamente y tomar decisiones acertadas. Busca la paz y síguela.
Armando Carrasco.
