«He considerado mis caminos y he vuelto mis pasos a tus estatutos” Proverbios 26:20
Me atrevo a decir, sin temor a equivocarme; que todas las personas conducimos nuestra vida y nuestro entorno de acuerdo a la forma en que fuimos educados. Somos influenciados por el medio que nos desarrolló, el ambiente familiar en el que crecimos y los ejemplos que nos inculcaron nuestros padres.
Generalmente es eso lo que replicamos de manera inconsciente en nuestras vidas como personas adultas, y creemos que como eso fue lo que vimos y vivimos siempre, es lo normal, es lo correcto. Lamentablemente no siempre es así.
Recuerdo que de adolescente solía decir: “cuando sea grande, yo no voy a ser así, no voy a tratar a mis hijos de esta forma…” Y cuando tuve hijos, me encontré haciendo justamente aquello que tanto me molestaba y me entristecía. Son conductas aprendidas y grabadas que repetimos inconscientemente; pero siempre hay una salida.
Dios sí puede cambiar a una persona, Él es el único que puede generar un cambio real y genuino. A mí me ayudó a cambiar y lo sigue haciendo hasta el día de hoy.
Todo es cuestión de estar decidido y sobre todo dejar que sea Él quien te ayude. Considera tus caminos y vuelve tus pasos a sus estatutos, es decir; alinearlos a su Palabra es el resultado de sabiduría, humildad y determinación actuando en tu vida.
Nunca es tarde, ¡atrévete!
Eugenia Flores.
