El cambio de hábitos siempre será un tema actual. En toda la historia del hombre se ha batallado por terminar con los malos hábitos; y es que, no deberíamos dejar a un lado nuestras metas de cambiar, a tener buenos hábitos… mira este pasaje de la versión PDT:
“…ellos mismos son esclavos de hábitos que los destruirán, pues uno es esclavo de aquello que lo domina…” 2 Pedro 2:19.
Los hábitos pesan en nuestra vida, para bien o para mal, y son fuerzas que llegan a dominarnos. Repito; para bien o para mal. Por esa razón, siempre debemos estar hablando de cómo eliminar los malos hábitos e implementar en nuestra vida hábitos correctos.
En esta ocasión, analizaremos tres cosas de los hábitos, pero antes leamos una definición de hábito:
Habilidad adquirida por la práctica constante de un mismo ejercicio.
Esa habilidad puede ser buena o mala, y se logra al practicar y repetir constantemente un mismo ejercicio.
El hábito se forma, el hábito no es algo mágico que de repente tengas de un día para otro. El hábito se va desarrollando a tal grado, que se convierte en una habilidad. Teniendo esto en mente, analicemos lo siguiente:
En este pasaje vemos que un hábito te puede esclavizar. Puede formar parte de ti y dominarte, gobernar de tal manera tu vida, que te conviertas en un sirviente del mal hábito. El hábito se arraiga en tu vida de forma tal, que no solo no puedas deshacerte de él, sino que te somete y encuentra la manera de controlar tu vida.
Es algo fuerte, es algo a lo que le debemos de prestar atención pues de acuerdo con este pasaje, vemos que un hábito puede destruirnos. Nuestra mente debe tener siempre en foco desarrollar buenos hábitos, porque cuando lo logras; esa buena costumbre te hace mas fuerte, la fuerza del hábito ahora se usa a tu favor. Un buen hábito puede mejorar tu vida, uno malo; puede destruirte.
Armando Carrasco Z.
