LAS MALAS AMISTADES
Qué bonito es conocer a nuevos amigos, ya sea en la escuela, en algún curso o incluso cuando un nuevo vecino llega a vivir cerca de tú casa; pero todavía más bonito si descubres que tienen algunas cosas en común, como que les guste el mismo personaje de ficción, algún programa favorito, o que su comida favorita también sea la pizza.
Pero… ¿Qué pasa si entre más lo vas conociendo te vas dando cuenta que hace o dice cosas que no van de acuerdo a lo que has aprendido? O ¡Peor aún! Que son contrarias, a lo que aprendes por parte de Dios, como por ejemplo; que diga mentiras, que se burle o hable mal de otros, que desobedezca o te pida desobedecer a ti, etc.
¿Cómo reaccionas ante esto?, ¿Le explicas que eso que hace o dice está mal?, ¿Le ayudas a que entienda el por qué no debe hacer esas cosas?, ¿Actúas siendo tú una buena influencia para él o para ella?
Leamos Colosenses 1:10 “Entonces la forma en que vivan siempre honrará (mostrar respeto) y agradará al Señor, y sus vidas producirán toda clase de buenos frutos. Mientras tanto irán creciendo a medida que aprendan a conocer a Dios más y más”.
Aquí leemos que para mostrar respeto a Dios y agradarle se necesita que demos buenos frutos, es decir que seamos bondadosos, tengamos amor por otros, busquemos la paz, que seamos gentiles, entre otros más frutos, y esto lo hagamos mientras vamos conociendo más y más a Cristo.
Pero qué ocurre si es al revés, es decir, si en lugar de ser una buena influencia para ese amigo te dejas llevar por esas cosas o palabras que sabes que están mal hacer o decir y olvidas lo que has aprendido y decides que no quieres escuchar a Dios. ¿Has examinado tú corazón? ¿Puedes notar cuando haces cosas que van en contra de dar buenos frutos? Y te sorprendes escuchándote decir mentiras, malas palabras o burlarse de otros.
Si es así, estás teniendo una mala amistad, una amistad que no te conviene, que hace que cambies las enseñanzas buenas que tenías y que habías aprendido; y esto también te puede suceder cuando lo aprendes a través de los medios digitales, donde ves o lees que otras personas hacen cosas que hacen parecer «normales» y tú te estés dejando llevar por eso.
En 1 Corintios 15:13 dice “No se dejen engañar por los que dicen semejantes cosas, porque las malas compañías corrompen el buen carácter»
Aquí Dios nos está diciendo que no debemos dejarnos engañar por esas personas que no hacen lo correcto, que tengamos cuidado con las malas amistades porque echan a perder nuestra buena forma de ser.
Hoy yo te aconsejo que siempre examines tú corazón, tus pensamientos y las influencias que recibes de tus amigos o de aquello que ves, lees o escuchas y lo pongas en una balanza para poder ver si se inclina más hacia lo que dice la Biblia y a ser buena influencia para otros y que no suceda al revés.
Marcela Bermúdez