Lucas 19: 5-10 Cuando Jesús pasó, miró a Zaqueo y lo llamó por su nombre: «¡Zaqueo! —le dijo—. ¡Baja enseguida! Debo hospedarme hoy en tu casa». 6 Zaqueo bajó rápidamente y, lleno de entusiasmo y alegría, llevó a Jesús a su casa; 7 pero la gente estaba disgustada, y murmuraba: «Fue a hospedarse en la casa de un pecador de mala fama». 8 Mientras tanto, Zaqueo se puso de pie delante del Señor y dijo: —Señor, daré la mitad de mi riqueza a los pobres y, si estafé a alguien con sus impuestos, le devolveré cuatro veces más. 9 Jesús respondió: —La salvación ha venido hoy a esta casa, porque este hombre ha demostrado ser un verdadero hijo de Abraham. 10 Pues el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar a los que están perdidos.
Este pasaje nos cuenta el momento en el que Zaqueo, un hombre que era cobrador de impuestos y no tenía buena fama entre los de su propio pueblo, se sube a una higuera sicómoro para ver pasar a Jesús. Además, era de poca estura, según nos dice la escritura, lo cual, quizá le hacía tener ciertos complejos.
Zaqueo había escuchado de Jesús, así que se subió al árbol para solamente verlo pasar, pero Jesús tenía otro plan.
Ya he comentado antes que, cuando fui a una reunión cristiana por primera vez, lo hice para salir del compromiso además de que tenía curiosidad de saber por qué Javier (ahora mi esposo), quien me había estado invitando, se la pasaba los domingos en ese lugar.
Casi casi me sentí como Zaqueo, yo tenía el plan de ver “de lejitos” como era esa reunión, que hacían ahí, etc. Pero Jesús tenía otro plan y me encontró.
Y es que el corazón del Padre es encontrarse con aquellos que aún no le conocen, ha sido su plan desde el principio y para eso vino Jesús.
Nos dice la Biblia que su venida fue anunciada mucho tiempo antes:
Isaías 7:14 Muy bien, el Señor mismo les dará la señal. ¡Miren! ¡La virgen concebirá un niño! Dará a luz un hijo y lo llamarán Emanuel (que significa “Dios está con nosotros”)
Puede ser que hoy te sientas igual que yo me sentí aquella vez, puede ser que tu plan sea “de lejitos”, pero el plan de Dios para ti es diferente. Él te conoce por nombre y es tal su amor, que dio a su propio hijo, para que puedas tener una relación con él.
Juan 3:16 » Pues Dios amó tanto al mundo que dio a su único Hijo, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.
Tener vida eterna es tener una relación correcta con el Señor, y esto solo puede ser por medio de Jesucristo.
Juan 14:6 Jesús le contestó: —Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie puede ir al Padre si no es por medio de mí.
Cuando Zaqueo abrió la puerta de su casa a Jesús, su vida cambió. Y no solo su vida, dice el pasaje de Lucas que la salvación llegó a su casa, es decir, su familia también vivió ese cambio.
Hoy quiero invitarte a que le abras la puerta de tu corazón a Jesús, que le hagas el Señor de tu vida y empieces una relación con Dios como ese Padre amoroso que desea acercarse a ti.
Juan 1:12 “pero a todos los que creyeron en él y lo recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios”.
Hoy es un gran día para abrirle a Jesús las puertas de tu corazón.
Eugenia Flores
