DOMINAR EL VALLE, PARA CONQUISTAR LA MONTAÑA

 

Este pensamiento cruzó mi mente mientras lavaba los trastos…que cosas interesantes surgen en medio de una labor tan trivial. Bueno, mientras sacaba la grasa y tallaba profusamente aquella olla, estuve meditando en esto y en qué me quería decir el Señor con esa frase. 

Entendí que la montaña representa un reto, y el valle representa aquellas emociones y situaciones que enfrentamos ante ese reto.

Ejemplos: 

Montaña—aprender un nuevo idioma. Valle—miedo a no poder, pensar que ya no es tiempo, miedo a fracasar.

Montaña—restaurar relación con mi esposo/esposa. Valle—pensar que será muy difícil, viejos rencores, pensar “ya lo he intentado y es difícil”. Otros ejemplos pueden ser: Abrir un negocio, nuevo empleo, escribir un libro, nuevos proyectos, etc. 

Y el Señor, puso en mi espíritu este pasaje:

Deuteronomio 11:10-12 NBV Porque la tierra a la que estás por entrar y poseer no es como la tierra de Egipto, de la cual saliste, donde es necesario el riego. 11 Esta es una tierra de colinas y valles con lluvia suficiente. 12 Una tierra que el Señor tu Dios personalmente cuida. Sus ojos están sobre ella día a día, durante todo el año.

Entonces tuvo sentido ese pensamiento que cruzó mi mente “Dominar el valle, para conquistar la montaña”.

2 Timoteo 1:7 NTV Pues Dios no nos ha dado un espíritu de temor y timidez sino de poder, amor y autodisciplina.

Ante cada reto, ante cada montaña, Dios nos lleva con su provisión, no es algo que tenemos que hacer con nuestra propia fuerza o nuestro propio entendimiento. 

Tenemos que identificar esas emociones o pensamientos que surgen y que, si les damos plena libertad, van a crecer y estorbarnos el camino para la conquista. Es por eso que los tenemos que dominar. 

¿Y cómo?

1.- Acepta el reto. 

“La tierra a la que estás por entrar y poseer” –Dios quiere llevarte a nuevos horizontes, a crecer y extenderte como parte del plan y propósito que te ha dado. Así que, no se trata de ser espectador, se trata de accionar, de dar el paso y decir “si, aquí estoy” 

2.- Confía en la provisión de Dios

“… con lluvia suficiente”. – El Señor te ha dado su Espíritu, te capacita y te da las herramientas para dominar ese valle, para ejercer ese poder, amor y autodisciplina.

3.- No vas solo.

“Una tierra que el Señor tu Dios personalmente cuida. Sus ojos están sobre ella día a día, durante todo el año”. 

¿Te das cuenta que quien te acompaña, quien te ayuda, quien te sostiene, quien te cuida es Dios mismo? Como su hijo, tienes acceso a su presencia 24/7; esto hace que dominar ese valle y conquistar esa montaña sea parte del plan divino de establecer su reino en tu vida y después “extender tus estacas”, o sea, ampliar el territorio donde puedes ejercer influencia.  

Cada vez que sientas que estás en un valle por enfrentar un reto, cualquiera que éste sea, recuerda que es Él quien te está impulsando, que es su anhelo verte crecer, madurar y extenderte para cumplir aquello a lo que te ha llamado. 

Salmo 23:4 Aun cuando yo pase por el valle más oscuro, no temeré, porque tú estás a mi lado. Tu vara y tu cayado me protegen y me confortan.

Números 14:25 Ahora bien, los amalecitas y los cananeos moran en los valles. Mañana volveos y partid para el desierto, camino del mar Rojo.

Eugenia Flores