OBSESIONES QUE MATAN

Parece título de película, pero no pude dejar de escribirlo porque hay un hecho de la vida que todos vemos y que debemos tomar en cuenta, si queremos vivir muchos años sanos. Mira lo que encontré:

«…No arruines tu salud por las riquezas, más bien sé sabio y deja esa obsesión…” Proverbios 23:4 (PDT)

No tiene nada de malo ser rico, las riquezas en sí no son buenas ni malas. Lo que pesa y lo que afecta es lo que hay en nuestros corazones. Lo que hace que las riquezas afecten nuestras vidas es cuando las colocamos en el lugar incorrecto. Por ejemplo, cuando una personas empieza a creer que tiene esas riquezas por que es mas inteligente que los demás, cuando cree que por sus propias habilidades ha conseguido esas riquezas, olvidando que todo lo que tenemos es porque Él nos lo quiso dar, incluyendo la capacidad de hacer riquezas. Otro ejemplo es cuando la persona se olvida de su Creador cuando llegan las riquezas, en el momento en el que se hace rico en ese momento cree ya no necesitar a Dios y empieza a confiar en las riquezas.

Y el tercer ejemplo, es precisamente el que habla este proverbio. Cuando una persona pierde la perspectiva de la vida y empieza a amar el dinero convirtiendo ese amor en una obsesión.

Es tal la obsesión por el dinero que muchas personas descomponen toda su vida con tal de ganar más y más dinero. Pierden su matrimonio, pierden a sus hijos, pierden su reputación y por supuesto también pierden su salud.

Sin embargo, creo que leyendo este proverbio también la obsesión funciona como el sonido de la alarma cuando empiezas a amar el dinero. Cuando empieces a obsesionarte por el dinero es momento de poner un alto, abandonar esa obsesión y empezar a ser sabio.

Obsesión es entrar en angustia por la fijación persistente de una idea. Así que cuando estés angustiado por tener más dinero es una señal inequívoca para abandonar esa obsesión por el dinero.

No está mal querer tener riquezas, no está mal esforzarse por tenerlas, no está mal lograrlo, lo que enferma y destruye es cuando tu corazón se enamora de ellas. Cuando tu mente solo piensa en cómo aumentar las ganancias a pesar de todo. Si la obsesión empieza, es momento de romper radicalmente todo amor por el dinero, claro, si es que quieres salvar tu salud, tu matrimonio y tu familia.

Armando Carrasco.