Lucas 11:2 RV60 Y les dijo: Cuando oréis, decid: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
Esta semana tuve muy presente este pasaje, la última frase, en particular: “Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra”
Lo que consideraba es que muchas veces pasamos de largo esta declaración o vemos “la tierra” como el mundo en el que vivimos y está bien; pero que tal que cambiamos un poco la perspectiva y ahora vemos “la tierra” como nuestra vida, nuestro corazón, nuestra alma.
Y si hacemos esto, necesariamente nos lleva a examinarnos y reconocer si realmente Su Voluntad es hecha en nosotros, o aún continuamos en algunos aspectos regidos por nuestra propia voluntad y por nuestra propia prudencia.
Salmo 119:59 NTV “Consideré mis caminos, Y volví mis pies a tus testimonios”
¿Estoy en realidad sometiéndome a Su Voluntad?
¿Estoy en realidad buscando el consejo en su Palabra y que me guíe?
¿Estoy agradecido por lo que él ha determinado para mí?
¿Quiero volver mis pies (mi forma de vivir) a sus testimonios, es decir a Su Palabra?
Que el clamor de “Hágase tu voluntad” surja de nuestro espíritu, permitamos que su Espíritu trabaje en la tierra de nuestro corazón y que nazca una verdadera determinación por llevar a cabo los cambio y ajustes necesarios para que así sea en nuestra vida, tal y como es en el cielo.
Eugenia Flores.
