Un chisme puede destruir la vida de alguien. Un chisme tal vez no te mate, pero sí te perjudica, y mucho. Puede afectar a una persona, a una familia o a un grupo. Creo que debemos estar preparados para frenarlo en caso de encontrarnos en medio de una situación de este tipo.
Mira lo que encontré en la Biblia:
«…Le pediré que se calle al que hable mal a espaldas de otro …” Salmos 101:5
Frenar un chisme es muy simple; es tan sencillo como pedirle a la persona que se calle, que no siga con su historia, que no añada más, así de sencillo. Algo sucede cuando una persona es frenada en seco para no continuar con el rumor.
El problema es que muchas veces la curiosidad nos gana, y queremos saber el chisme completo. Pero prestar oídos y escucharlo, si bien no te hace cómplice, si te deja en una posición incómoda y muchas veces comprometedora.
La otra cosa que debemos aprender es, a identificar un chisme; cuando te están platicado una historia y tiene uno o más ingredientes de esta lista, es un chisme y debes frenarlo:
1) Es una conversación de una persona que no está presente.
2) Esa plática no es buena.
3) Generalmente no es una historia verificada.
4) Es una crítica sin propósito, destructiva.
5) Lo cuentan en secreto, y a baja voz.
Cuando identifiques estos puntos, ten cuidado y córtalo.
Usa tu sentido común, usa la habilidad de discernir entre lo correcto y lo incorrecto. Hazle caso al corazón. Hay historias que llevan crítica constructiva, que hacen planes de ayudar a las personas de una manera genuina, pero la línea es muy delgada.
Algo que ayuda mucho, es pensar en cómo escucharías y qué responderías si la persona estuviera presente. De hecho, cuando haces esto, honras a la persona que no está presente.
Armando Carrasco Z.
