AGUIJONES Y VARAS PUNTIAGUDAS

A veces en nuestro caminar por la vida, alguien, nuestros padres, unos amigos, algún familiar nos dan un consejo, una palabra que nos sacude, que nos “duele” pero que nos ayuda. Al leer este pasaje me hizo reflexionar mucho en esos casos.

«…Las palabras de los sabios son como aguijones, y las colecciones de dichos son como varas puntiagudas, dada…» Eclesiastés 12:11

Aguijón no es una palabra muy placentera, siempre nos lleva a algo doloroso, y pueden describir perfectamente lo que sentimos cuando alguien nos da un consejo y al principio nos sacude, duele.

Sin embargo, estos aguijones en lugar de veneno llevan vida y soluciones. Este tipo de palabras al principio, duelen, pero después sanan. Tienen el efecto de sentir dolor al principio pero después van cumpliendo su cometido, hasta que nos damos cuenta que valió la pena el piquetazo por recibir la solución.

También dice que la colección de dichos, son como varas puntiagudas, es exactamente lo mismo, lo que me llama la atención aquí es lo de colección yo creo que todos deberíamos tener una libreta de los dichos, de las frases, de los consejos que nos han ayudado, y estoy seguro que habrá algunos de recuerdos dolorosos pero efectivos.

Este pasaje me remite mi mente directamente a la Biblia, muchos de sus consejos son aguijones y varas puntiagudas. Cuando las leemos nos cimbran y sentimos la punzada de su piquete… pero lo impresionante es que si la obedecemos siempre aparecerá la solución.

Mi conclusión es que muchas veces es necesaria ese piquete de las varas puntiagudas, cuando ya pasó el dolor y empezamos a sentirnos mejor, lo decimos a los cuatro vientos: ¡Valió la pena!

Armando Carrasco

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