SE VALE AMONESTAR

Pero hay que saber cómo hacerlo. Creo que a todos nos ha pasado que en un momento dado tenemos que amonestar a alguien. Y encontré esto que me pareció interesante:       

“…Estoy seguro, hermanos míos, de que ustedes mismos están llenos de bondad y de todo conocimiento, de tal manera que pueden amonestarse unos a otros…” Romanos 15:14

Creo que en este pasaje podemos encontrar dos cimientos muy sólidos que nos permiten analizar cómo debe ser la amonestación. Lo primero que veo es que debemos ser bondadosos. “…ustedes mismos están llenos de bondad…” Para poder amonestar debemos tener un carácter bondadoso, y bondadoso no quiere decir bonachón. Bondadoso de acuerdo al diccionario es la inclinación natural hacia el bien, esto quiere decir que la motivación de la amonestación es el bien de la persona.

El segundo aspecto que debemos tener es tener “…y de todo conocimiento…”
Cuando vamos a entrar en una zona de amonestación debemos tener todo el conocimiento. Y podemos referirlo a dos puntos, el de conocer bien la situación específica de lo que la persona está viviendo y por otro lado tener conocimiento de lo que dice Su Palabra, porque todo consejo o amonestación debe ser siempre basada en la Biblia. Es nuestro punto de referencia y nuestro cimiento para nuestra vida y por lo tanto para nuestros consejos.

Es interesante conocer la definición del diccionario de la palabra amonestación. La primer definición dice: Hacer presente a uno alguna cosa para que se considere, procure o evite”. La segunda es “Advertir, prevenir, avisar a alguien de un error o falta, antes de tomar una decisión negativa contra él” Creo que ambas definiciones son muy claras.

En algunas Iglesias conservadoras amonestar también es publicar en la iglesia los nombres de las personas que quieren casarse. Y eso me hace pensar mucho. De hecho, creo que me dice mucho de lo que es amonestar. Públicamente se comunica que dos personas van a entablar un pacto de por vida, ven el futuro, ven el compromiso necesario y tienen que amonestar para que la pareja este consciente del nivel de compromiso que es el matrimonio y de cómo puede afectar a la sociedad, para bien o para mal.

A veces Dios nos amonesta públicamente para que podamos concientizarnos del pacto que tenemos con Él y con Su Palabra y podamos prestar total atención a cumplir con nuestra parte.

Armando Carrasco

Comentarios

Aún no hay comentarios. ¿Por qué no comienzas el debate?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *