NO HACE FALTA UNA GRAN EQUIVOCACIÓN

A veces los creyentes nos confiamos, y mucho. Creemos que estamos seguros caminando como hasta ahora lo hemos hecho, nos empezamos a comparar con otros que “sí pecan mas que nosotros” y allí es cuando perdemos la brújula.

Los pequeños detalles, no los grandes pecados ni las grandes faltas o equivocaciones, son los que nos pueden desviar del camino. Mira lo que dice este pasaje:

“…¡ojo! Sólo un poco de levadura, fermenta toda la masa…” Gálatas 5:9

Es solo un poco de levadura, no hace falta que vacíes todo el bote, es solo un poco. En los pequeños detalles están a veces nuestras grandes equivocaciones.

Ese dejar de orar, ese dejar de leer el libro de la vida, esa falta de reunirnos, esos pequeños detalles pueden costar caro.

Esas pequeñas mentiras, esa pequeña falta de compromiso, ese detalle pequeño de no rendir cuentas, y una lista larga, son “detalles” que nos pueden costar mucho.

A veces nos sentimos seguros con esas insignificancias, ”…porque nosotros no cometemos esos abominables pecadotes…” Ten cuidado. Un poco de levadura fermenta, toda la masa.

Cuando dos lineas paralelas que caminan juntas, de repente una gira tan solo un milímetro, dentro de un tiempo será un kilómetro. Un poco de levadura, fermenta toda la masa.

Hazte un examen rápido, checa si tu masa no está ya fermentada, y ni siquiera te has dado cuenta. Checa si es tiempo de cortar y terminar con esos pequeños detallitos que pueden afectarte a ti, y a tu familia, a tu trabajo y a tus seres queridos.

A veces tenemos que recordar que necesitamos un Salvador en tiempo presente, no en tiempo pasado “…necesité un Salvador hace 10 años…” No, necesitamos un Salvador hoy. Aún en esas pequeñas cosas, para quitar de nosotros es levadura que nos estorba, o mejor dicho que nos fermenta.

Armando Carrasco

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