NO TE DETENGAS

Cuántas veces, pero cuántas veces no nos ha pasado que tenemos el deseo de hacer algo por el bien de otros, desde algo sencillo hasta algo grande, pero la rutina, el temor, el qué dirán, nos detiene. Cada vez mas me convenzo que debemos dar el paso para hacer esa idea que se convierte en un deseo por hacer algo en beneficio a los demás, mira lo que encontré:

“…Él despierta en ustedes el deseo de hacer lo que a él le agrada y les da el poder para hacerlo…” Filipenses 2:13

Estoy convencido que muchos de esos deseo que tenemos por hacer el bien, es algo que Dios mismo ha puesto en nosotros. Es de alguna manera la voz de Dios pidiendo colaboración. Pero no le damos seguimiento a esa voz sutil que se borra con el paso de los días, como lo dije al principio por nuestros temores, o prejuicios.

Sin embargo, hoy al leer este pasaje mi modo de percibir esos deseos ha cambiado. Ahora me doy cuenta que cuando siente un deseo por hacer algún bien no solo descubro que es Dios quien lo pone en mí, sino que además me da el poder para llevarlo a cabo. Y eso, amigos cambia las cosas.

Yo haría estos ejercicios. Primero estaría mas al pendiente de esos deseos, y trataría de ponerlo en papel, que no se quede como una idea intangible en el aire, sino tratar de aterrizarla en papel. Tratar de definir esa idea, ese deseo en algo definido que pueda expresarse y que otros puedan entender. Escribir siempre hace que nuestra mente se enfoque mejor y piense mas efectivamente.

Una vez que lo tenemos definido por escrito, debemos poner los obstáculos que se nos vienen a la mente, desde los obvios hasta los escondido, incluir también los que nos da pena escribir. Esos son tus enemigos a vencer.

Lo siguiente sería hacer una lista de los recursos que tienes para llevarlos a cabo, tus habilidades, tu experiencia, tus talentos y dones, tus amistades y relaciones y en caso necesario también tu economía.

Teniendo definido el panorama. Lo que sigue es hacer un plan, de ejecución y por supuesto ponerle una fecha. Todo esto en papel se oye muy sencillo pero ponerlo en práctica no lo es tanto, sin embargo prefiero hacer el intento que tener que ruborizarme cuando tenga que dar cuentas y explicar porque no lo hice.

Estoy seguro que lo difícil es dar el primer paso, por que una vez que lo diste el cielo dispone todos sus recursos para ayudarte.

Armando Carrasco

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