MUCHA CHAMBA

A veces cuando vemos la condición actual de la sociedad; violencia, corrupción, divorcios, pleitos y un largo etcétera, nos llega el desánimo y empezamos a juzgar, y si hay tantito conocimiento de la Biblia, empezamos a creer que el mundo es tan oscuro que ya no se puede hacer nada por él. Pero mira lo que dice aquí:

“…No conocen las instrucciones de Dios. ¿Cómo podrán obedecerle?…” Jeremías 5:4

Creo que el problema básico es que mucha gente, mucha de mucha no es obediente a Su Palabra por la sencilla razón de que no la conocen, que no han leído el instructivo de Dios para la humanidad. Es mas ni siquiera ven la Biblia como un instructivo, y es allí donde creo que tenemos un gran problema de comunicación que no hemos resuelto.

Primero debemos entender que parte de nuestra labor es enseñar a poner en práctica el instructivo. Y creo que hemos permitido que la gente vea a la Biblia como un libro religioso.

Uno de nuestros principales objetivos debería ser el de enseñar que la Biblia es un manual de vida con instrucciones precisas para solucionar prácticamente cualquier problema de la vida.

Y debemos ser creativos en cómo enseñamos esas verdades. La Biblia no solo se puede enseñar en un púlpito de una iglesia, la Biblia es tan poderosa en sus conceptos de vida práctica que puede enseñarse prácticamente en cualquier lugar.

La Biblia es un libro de consejos poderosos para transformar una vida, una familia e inclusive un país. El problema es como lo hemos dicho que la gente no conoce sus instrucciones. Jamás consulta la Biblia para un consejo práctico. Es allí donde tenemos mucha chamba.

Tenemos antes que nada cambiar nuestro lenguaje Reina Valera para hablar de la Biblia. Tal vez por eso me gustan tanto las versiones actuales de la Biblia porque con un lenguaje común y corriente se puede entender mejor.

Ponte un reto, enséñale a los que te rodean cómo dice la Biblia que se debe vivir sin mencionar Biblia. Empieza por ponerlos en práctica tu mismo y si tienes oportunidad enséñalos. Los conceptos de Dios son tan fuertes que no necesitan decir la fuente. Ya llegará el momento en que la misma gente te va a preguntar de dónde has sacado esos principios. Entonces sí lo dices abiertamente.

Armando Carrasco