DIOS INVITA, PERO NO TODOS ACEPTAN

Si hiciéramos una encuesta general he hiciéramos una sola pregunta: ¿Si Dios te invitara a una fiesta irías? Creo que la gran mayor aceptaría la invitación. Sin embargo, cuando Dios ha expedido invitaciones, mucha gente no acepta. Analicemos este pasaje.

“…Al oír esto, un hombre que estaba sentado a la mesa con Jesús exclamó: «¡Qué bendición será participar de un banquete en el reino de Dios!». Jesús respondió con la siguiente historia: «Un hombre preparó una gran fiesta y envió muchas invitaciones. Cuando el banquete estuvo listo, envió a su sirviente a decirles a los invitados: “Vengan, el banquete está preparado”; pero todos comenzaron a poner excusas. Uno dijo: “Acabo de comprar un campo y debo ir a inspeccionarlo. Por favor, discúlpame”. Otro dijo: “Acabo de comprar cinco yuntas de bueyes y quiero ir a probarlas. Por favor, discúlpame”. Otro dijo: “Acabo de casarme, así que no puedo ir”. »El sirviente regresó y le informó a su amo lo que le habían dicho. Su amo se puso furioso y le dijo: “Ve rápido a las calles y callejones de la ciudad e invita a los pobres, a los lisiados, a los ciegos y a los cojos”. Después de hacerlo, el sirviente informó: “Todavía queda lugar para más personas”. Entonces su amo dijo: “Ve por los senderos y detrás de los arbustos y a cualquiera que veas, insístele que venga para que la casa esté llena. Pues ninguno de mis primeros invitados probará ni una migaja de mi banquete”»…” Lucas 14:15-24

Eventualmente Dios hace fiestas y convivios, pero no todos aceptan sus invitaciones, a veces dejamos las cosas de Dios para después, en algún otro momento de la vida. No sabes cuándo pero después. En otras ocasiones no acepta la gente porque la invitación no viene directamente del cielo, sino de una persona, y no cree que es Dios quien la está invitando. Sucede muchas veces.

Analicemos parte por parte este pasaje. Primero notemos que este pasaje una relación directa con el Reino de los Cielos, de hecho así empieza, con el clamor de una persona que dice: “…¡Qué bendición será participar de un banquete en el reino de Dios!…” Y Jesús da esa parábola en referencia a ese comentario.

Lo primero que noto es que Dios prepara una fiesta y envía a alguien a llevarte la invitación. “…Cuando el banquete estuvo listo, envió a su sirviente a decirles a los invitados: “Vengan, el banquete está preparado”; pero todos comenzaron a poner excusas…” La gente no puede discernir que es Dios directamente invitándolos a través de una persona común y corriente y por eso muchas veces ponen un pretexto para no ir al festejo. Y se pierden de lo que estaba planeado para ellos.

A veces creo que Jesús se disfraza de indigente y va recorriendo las calles solo para ver reacciones de los corazones, para encontrar a los suyos, a aquellos que lo reconocen a pesar del vestuario. Dios usa hombres para darnos sus invitaciones. No esperes que se abran los cielos tipo Hollywood y que bajen miles de ángeles con todo un show para entregarte una invitación, la invitación vendrá de alguna persona conocida o desconocida tal vez, alguien normal como tu y como yo, pero creéme es enviado de parte de Dios.

Puede que suceda que si aceptas la invitación tal vez un día te toque ser quien llevas las invitaciones y podrás ver y sentir el rechazo, solo porque eres tú quien se las lleva.

La próxima vez que alguien te invite a algún lugar donde Dios va a estar, no lo dudes y acepta la invitación, Dios tiene algo preparado para ti.

Armando Carrasco