UN TESORO EN NUESTRAS MANOS

El hombre siempre está buscando tesoros, bendiciones, bienes y todo lo que sea beneficioso para él. Ganarse la lotería es la fantasía de muchos hombres. Sin embargo hay un tesoro que podemos capitalizar, mira lo que dice este pasaje:

“…El indolente no cocina ni su presa; ¡el gran tesoro del hombre es la diligencia!…” Proverbios 12:27

La diligencia es un tesoro, quien es diligente obtiene grandes beneficios, que solo pocos valoran. Para entender un poco mas esta palabra veamos lo que dice el diccionario: Es el cuidado, prontitud agilidad y eficiencia con que se llevan a cabo las tareas o gestiones.

Cuatro cosas clave de la diligencia:

  • Cuidado
  • Prontitud
  • Agilidad
  • Eficiencia

En otras palabras, hacer las cosas con el cuidado necesario, en el tiempo preciso con la destreza necesaria y cumpliendo los objetivos.

Si te aplicas a trabajar de esa manera seguro, súper seguro que tendrás lo que buscas y más, porque ser diligente acarrea victoria y bendición abundante. La diligencia es un tesoro.

Además es universal, quien la practique le irá bien. Vivas en Europa, en América, En ciudad o en un pueblito, seas hombre o mujer, tengas 18 años o 50. Funciona de tal manera que no requiere límites sociales o geográficos. La diligencia da frutos siempre.

Creo que deberíamos enfocar nuestras fuerzas a ser diligentes en todas las áreas de nuestra vida, pronto veríamos resultados asombrosos. A veces queremos que de la nada Dios nos bendiga y por supuesto que Dios lo puede hacer. Es todo poderoso, pero también es sabio y quiere que aprendas que Dios dejo ciertas cosas para que las descubramos, nos apliquemos y las disfrutemos, como la diligencia. Se diligente y veras resultados en el proyecto que tienes enfrente. Los resultados de la diligencia son evidentes en una persona, en una familia, en una ciudad.

Armando Carrasco