Cada vez que leo el instructivo del hombre para la tierra, ya sabes, La Biblia, me asombro de lo sencillo que es Dios, de que como nos pide cosas practicas y que están al alcance de todos, claro dependerá de cuan trabajado estés para poder acceder más rápido a sus mandatos, es necesario que entendamos que no somos seres comunes y corrientes, sino que somos seres extraordinarios, llamados a más, llamados a llevar luz en medio de las tinieblas, a ser sal, a cumplir un propósito, llamados a trascender de la mano de Jesús.
Y si uno de nuestros propósitos es reflejar al padre en la tierra, me pregunto como sería Él en medio del tráfico, en la fila del banco, o que tal con la chica que cobra en el supermercado, la que pasa con tanto cuidado las bolsas de tus verduras y ni que decir del pan de caja que llega con un estilo muy moderno a casa, hecho acordeón, bueno por más que trato de entender no me explico porque no lo hacen con amor, en fin, no me desviaré del tema; acepto que me duelan las verduras y el pan. A lo que me refiero es a la reacción del padre, me pregunto ¿cómo reaccionaria Él? estoy segura que Él ve el corazón antes de las actitudes y como su naturaleza es buena solo dice cosas que edifican, desde luego como Él es el maestro lo dice de forma elegante.
«Los buenos saben decir cosas bonitas; los malvados sólo dicen cosas feas» Proverbios 10:32