COMO TORTA A MEDIO COCER

Nada mas de imaginarme el sabor y la sensación de probar una torta a medio cocer, hace que mi cara haga una mala expresión. Esa es la condición que llegamos a tener cuando hacemos alianzas incorrectas o cuando nos mezclamos con quien no debemos.

“…Efraín se ha mezclado con otros pueblos; es como una torta a medio cocer…” Oseas 7:8

Creo que este pasaje es muy claro, cuando nos mezclamos con la gente incorrecta, nuestro proceso de crecimiento se queda a medias. No podemos aliarnos o mezclarnos con personas incorrectas sin sufrir las consecuencias.

Una torta a medio cocer o en otras versiones dice un pastel a medio cocer, en México decimos “no cuajó” haciendo referencia a las gelatinas. Es cuando el proceso de crecimiento no se da en tu vida, pasas por las pruebas, pero no se termina el proceso y no sirve para nada, es incomible… y todo por mezclarte con quien no debes.

Las alianzas y las mezclas es algo que debemos tomar muy en serio, empezando por el matrimonio, hay una dura advertencia en Su Palabra cuando dice “…no os unáis en yugo desigual…” Pero es algo que va mas allá del matrimonio, si vamos a hacer una sociedad debemos tener mucho cuidado de con quién “nos mezclamos”.

La razón es muy simple, cuando te mezclas, absorbes parte de sus creencias y compromisos y la otra parte absorbe parte de tus creencias y compromisos. Al principio parece inofensivo, pero con el paso de los años nos vamos dando cuenta que toda mezcla, o alianza forzosamente nos afecta… para bien o para mal.

De esta enseñanza, creo que debemos aprender a analizar antes de mezclarnos o aliarnos, pensar y valorar mucho si debemos hacerlo. Tal vez todo parezca inofensivo… hasta conveniente, pero una mala mezcla va a interrumpir nuestro propósito en la tierra.

Un pastel a medio cocer, una torta a medio cocer, puede verse bien por «encimita» pero a la hora de comerlo está inservible. Así puede llegar a ser nuestra vida, que todo por afuera “parezca” bonito o luzca como si todo estuviera espectacular. El problema es por dentro, que no se dio el cocimiento y todo lo que parecería estar bien, no sirve.

No te mezcles con quien no debes mezclarte. Haz alianzas sólo cuando estés seguro que es la asociación correcta. Sea el matrimonio, sea un negocio, sea un ministerio, sea político, sea deportivo, lo que sea. Si quieres que cuaje, cuida con quien te alías.

Armando Carrasco