QUÉ BUENO QUE NO ANDAMOS POR VISTA

La situación en México, mi país, pinta oscura. Ver las noticias es ver un panorama gris, desolado y sin esperanza. Difícilmente podemos alegrarnos por lo que van a enfrentar nuestros hijos. Violencia, robos, inestabilidad social, desintegración familiar, son solo una lista obvia de los problemas actuales que estamos viviendo.

Creo firmemente que debemos tomar acción y poner nuestro granito de arena para cambiar México, lo he escrito muchas veces y he puesto ejemplos.

Sin embargo, cuando nos enfrentamos a la realidad vemos un camino repleto de Gigantes que nos retan a pelear, desafíos verdaderamente grandes. Parecieran imposibles de vencer

Pero nuestra decisión no está basada en lo que vemos, sino en lo que le creemos a Dios. Quiero que leamos estos pasajes en diferentes versiones:

“…pero si el pecado aumentó muchísimo, mucho mayor ha sido el amor gratuito de Dios…” Romanos 5:20 NBD

“…pero mientras más pecaba la gente, más abundaba la gracia maravillosa de Dios…” Romanos 5:20 NTV

“…pero cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia…” Romanos 5:20 RVC

Lo que vemos en México, no es otra cosa que un buen territorio para que la vida se manifieste. Para que las grandes soluciones empiecen a surgir, para que los grandes hombres y mujeres entren al escenario. Basados en que el amor de Dios y su poderosa gracia es superior a cualquier estado oscuro del hombre.

Definitivamente en el pasaje no dice que debemos pecar para que se manifieste la gracia, pero lo que sí dice es que cuando hay demasiado pecado hay demasiada gracia.

Este es el tiempo del evangelismo, es el tiempo de anunciar la verdad. Esta es la temporada de cosecha. El campo está listo, los corazones están preparados.

Ahora nos toca a nosotros, proclamar vida en lugar de muerte, proclamar libertad en lugar de esclavitud.

Es tiempo de crecer y ver las cosas de otra manera, es tiempo de hacer estrategias, es tiempo de ir a la sala de junta del cielo y ver los planes de Papá para saber qué debemos hacer.

Viene una gran oportunidad para México. Deja la queja, deja la desesperanza y ponte manos a la obra, como decían las abuelas “con el mazo dando y a Dios rogando”.

La clave está en orar y actuar. Tú eres clave para el cambio. Empieza por ver las cosas diferentes, exactamente como Dios las ve. Por eso creo mas que nunca ese versículo que dice: Por fe andamos, no por vista. 2 Co 5:7

Armando Carrasco