QUE TU VIDA REFLEJE LO QUE HAS APRENDIDO

Una de las cosas que mas han impactado mi vida es leer en la Biblia que lo importante no es ser un gran conocedor de La Palabra, sino que lo que vas aprendiendo lo vayas poniendo en práctica. Es muy importante conocer la Biblia por supuesto, pero su verdadero poder en la vida de una persona es ponerla en práctica.

“…fomenta la clase de vida que refleje la sana enseñanza…” Tito 2:1 (NTV)

Cuando leí este pasaje me di cuenta de lo importante que es reflejar las enseñanzas de Su Palabra y no solo “llenarme de conocimiento”. Pero también me di cuenta de una responsabilidad que tenemos que es la de fomentar ese estilo de vida.

Entonces veo dos niveles que son un reto para cada creyente.

Nivel UNO. Poner en práctica lo que aprendes

Nivel DOS. Fomentar que la gente que te rodea ponga en práctica lo que aprende de la Biblia

Nuestras vidas, nuestras acciones, nuestra conducta debe reflejar lo que aprendes de la Biblia. De nada te va a servir saber el verdadero significado del 666 si tu comportamiento contradice lo que has aprendido. De nada sirve que te sepas todos los personajes de La Palabra si tu conducta deja en claro que no te has comprometido a superarte. No es lo que sabes lo que te hace buen hijo, es tu conducta lo que deja ver que lo eres.

Y aclaro, no estoy hablando de aceptación de parte de Dios, estoy hablando de lo que tú reflejas al mundo de lo que verdaderamente eres. Si eres un hijo ¡Actúa como tal! Eso es todo. La conducta es el fruto de los hijos. No son nuestras palabras, no son solo nuestros conocimientos, no son solo nuestros cantos, ¡es tu vida!

Por otro lado, ya que subiste ese nivel de conducirte por la vida como un verdadero hijo de Dios, entonces ahora sí… fomenta que los otros lo hagan. Busca formas de promover conducta coherente.

Si ya subiste el primer nivel por lo menos ya diste el primer paso y tal vez el más importante de poner el ejemplo. Pero no te quedes solo que ser ejemplo. Fomentar incluye impulsar y promover por lo que si ya estás dando el ejemplo el siguiente paso es que en verdad busques la forma de hacer que la gente que te rodeo predique con el ejemplo. A veces lo único que hace falta para que una persona actúe es que lo impulses, que lo motives que creas en ella. Están listos… sólo falta el empujón.

Armando Carrasco