POR FAVOR Y GRACIAS NO ES SUFICIENTE

Sabes hasta que tuve en mis brazos a mis hijas entendí la gran responsabilidad que tenía en frente, no se trataba de solo cuidarlas, protegerlas, alimentarlas, vestirlas, sino de lo fundamental que es implantar en ellas desde su corta edad valores, todo un reto.

No hablamos de un ejercito que solo con la mirada te obedece o que calla ante tu presencia. La sociedad de hoy es compleja y peligrosa por lo tanto debemos de criar hijos seguros de si mismos, con una identidad bien clara, no solo es cuestión de buenos modales y que en presencia de otros demuestren lo bien portados que son. Nuestros pequeños aprenden más por nuestros actos; por nuestras reacciones ante las circunstancias que se nos presentan día a día, desde que los tenemos en nuestros brazos están ahí observando, observando y observando; por eso ellos son nuestro reflejo, es aquí donde quisiera reflexionar, casi siempre les demandamos el hacer bien las cosas, pero ¿qué pasa cuando nosotros nos equivocamos?, tenemos la madurez para ir antes nuestros hijos y pedirles disculpas, sabías que pedir disculpas a un pequeño cuando se le ha ofendido o maltratado es la mejor manera de demostrarle que lo respetas, si nosotros no lo hacemos ¿cómo van a aprenderlo? Piensa en lo que hubieras sentido como hijo si tus padres hubiesen pedido disculpas por sus ofensas. No cometamos el mismo error.

Disculparse puede enseñar a nuestros hijos muchas lecciones importantes, al mismo tiempo que ayuda a mantener con ellos una relación sincera y realista.  

  • Aprenden que no tienen por qué tener siempre razón y que, aunque estén equivocados, siguen siendo buenas personas.
  • Aprenden que hay que admitir un error antes de poder corregirlo, y que corregir errores es importante.
  • Descubren que pedir disculpas es difícil, y que hay que ser fuerte para hacerlo.
  • Ven una muestra de sinceridad, que tal vez no vean en otra parte.
  • Aprenden que una buena familia repara los malos sentimientos que se producen entre sus miembros.
  • Aprenden la virtud de perdonar a los demás cuando pierden temporalmente el control.
  • Aprenden que la disculpa es una forma de reconocer que otra persona es digna de respeto.
  • Aprenden que no es necesario alimentar rencores porque uno se sienta culpable por algo que ha hecho. 
  • Aprenden a pedir disculpas a sus padres cuando les han ofendido, y a resolver sus remordimientos y su complejo de culpa.

Por favor y gracias no es suficiente seamos ejemplo.

» Perdona el mal que hacemos, así como nosotros perdonamos a los que nos hacen mal » Mateo 6:12