LAS PROMESAS DE DIOS QUE NOS ASOMBRA

Creo que todas las promesas que Dios nos da nos asombran, pero hay unas que de verdad son impresionantes, como por ejemplo:

“…¡Regresen al refugio, ustedes, prisioneros, que todavía tienen esperanza! Hoy mismo prometo que les daré dos bendiciones por cada dificultad…” Zacarías 9:12

Puedo extraer tres cosas muy interesantes:

La primera es que dice “…regresen al refugio…” Hay un momento en medio de la “guerra” en que Dios te dice “¡regresa al refugio!” Entiéndase por guerra cualquier tiempo difícil en nuestra vida. Cualquier situación complicada que estemos atravesando.

A veces ese tipo de circunstancias hacen que por “combatir” nos salgamos del refugio. El único lugar seguro que tenemos. Y ese refugio es Dios. Y por muy absurdo que pareciera, a veces –en pleno tiempo difícil- nos alejamos de Él y de su protección. Dejamos de orar, de interceder y de leer su Palabra. Entonces la invitación es que si estás en un tiempo difícl ¡Vayas antes que nada al refugio!

En segunda La palabra que me mueve es “…Hoy mismo…” no mañana ni después sino hoy mismo. Cuando vas al refugio hay esperanza ese mismo día que vas. La bendición de Dios en este caso es inmediata. Tal vez no lo ves como algo mágico, pero desde ese día se empieza a arreglar la difícil situación que estés pasando. Hoy vas al refugio Hoy recibes. No te tardes, si estás pasando por una crisis en tu escuela, en tu matrimonio, en tu trabajo, ¡ve al refugio! Ve hoy mismo.

Y en tercera la palabra-promesa que me impacta es: “…les daré dos bendiciones por cada dificultad…” ¿Por cuántas dificultades estás pasando? Bueno por cada una de ellas Dios te va a dar dos bendiciones. Hasta a muchos se les va antojar tener muchas dificultades.

Así es Dios de bondadoso y generoso. Dios conoce exáctamente por las situaciones que estás pasando y cuántas son, las contabiliza para que al final Él pueda darte el doble de lo que pasaste.

Resumiendo, si estás en problemas, ve al refugió, que el mismo día que vayas Dios se encargará de tus asuntos y por ultimos, alégrate, porque del número de problemas que hayas tenido, Dios te dará el doble de bendiciones.