4 PUNTOS SENCILLOS PARA VIVIR DEACUERDO A LO QUE CREES

Vamos a tomar como referencia en esta ocasión un pasaje de la Biblia que se encuentra en la carta de Pablo a los Efesios:

“…les suplico que lleven una vida digna del llamado que han recibido de Dios, porque en verdad han sido llamados. Sean siempre humildes y amables. Sean pacientes unos con otros y tolérense las faltas por amor…”
Efesios 4:1-2

Los creyentes debemos ser coherentes con lo que creemos, nuestras acciones deben ser alineadas a todo lo que creemos. Es lo que le da valor agregado a todo lo que creemos y predicamos. Cuando tu comportamiento es coherente con tus creencias, tu vida aumenta de valor, aumenta el poder de impacto que puedas tener con los que te rodean.

En esta carta Pablo les pide a los creyentes Efesios que ordenen su vida de acuerdo a sus creencias y les da 4 cosas que les pueden ayudar a lograrlo.

Sean siempre humildes. Lo primero que les dice es que sean humildes. El creyente batalla con la soberbia. Cuando alguien decide seguir las enseñanzas del Maestro, y empieza a prender verdades eternas, contundentes de la condición humana, se le abren los ojos y puede “ver” el mal de otros. Lo que haga con esa información es clave para su comportamiento. Dios nos permite ver ciertas cosas para poder interceder y ayudar a otros no para juzgar. Cuando lo hacemos nos ubicamos en un lugar de soberbia, criticando y juzgando a otros. Nuestra meta es colaborar con Dios para que otros puedan conocerlo. Ser humildes nos ayuda a mantener nuestra vida con los pies en la tierra.

Sean siempre amables. Amable se puede definir que eres una persona que todos aman. Por tu carácter por tus acciones eres una persona que todos quieren pasar tiempo contigo.

En ambos casos dicen “sean siempreno que a veces seas humilde o que a veces seas amables, dice siempre, y siempre es siempre. En tu casa, con los vecinos, en tu trabajo.

Sean pacientes unos con otros. La impaciencia es el mal del siglo. Con tanta tecnología que nos ayuda a obtener todo rápido. Antes el correo tardaba días a veces semanas, hoy tarda segundos. Y eso ha afectado nuestra capacidad de paciencia. Sin embargo la impaciencia produce un carácter irritable. Y ser enojón no representa lo que eres. Por eso debemos ejercitar la paciencia.

Tolérense la faltas. Todo mundo cometemos errores. No hay nadie que esté exento de cometerlos. Y debemos aprender que nuestra sana convivencia radica en ser tolerantes cuando otros se equivocan. La tolerancia es el sello de aquellos que han entendido los procesos de Dios en los otros.

Estos cuatro puntos sirven para cualquier grupo de personas que convivan frecuentemente, sea la familia, el trabajo. Practícalos, el resultado será asombroso. Empieza tú y contagia a otros