SOMOS UNO

La Biblia nos enseña que la relación íntima nos hace uno con nuestra pareja, de hecho cuando nos casamos Dios nos ve como uno solo.

“…No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oración; y volved a juntaros en uno…” 1 Corintios 7:5

La relación íntima tiene algo especial que nos une con la persona con la que intimamos. Eso es bueno y es malo. Bueno si es tu pareja prque ése es el propósito de Dios, malo si te unes con alguien que no es tu pareja, porque se crea un conflicto. Ese es el principio del conflicto que espiritualmente te unes con otra persona, quedando ligado y atado.

Pero dentro del matrimonio es lo que nos mantiene unidos. Por eso cada pareja debería esforzarse por tener relaciones íntimas sanas en las que se produzca estabilidad, unión y amor con la pareja.

Lo que aprendimos en la escuela no es educación sexual, es mas bien información sexual, tecnicismos acerca del sexo y de la sexualidad, pero no recibimos instrucción de cómo mantener una relación íntima con nuestra pareja.

Es algo en lo que cada pareja debe esforzarse y aprender cómo pueden crecer en la intimidad para que no sea un flanco débil en el matrimonio. Al contrario que sea una fortaleza que cuida el matrimonio.

  1. Dediquen un tiempo a platicar de sus relaciones íntimas, se dice por allí que la intimidad empieza en la mesa. Platicar abre el panorama para mejorar las relaciones
  2. Dediquen un tiempo a aprender sobre su sexualidad, mas que información –necesaria también- a buscar instrucción y educación sobre la intimidad sana en una pareja.
  3. Quiten tabúes que muchas veces estorban en el matrimonio

Esta es tal vez una de las áreas más importantes pero descuidadas por las parejas, que a la larga causan grandes conflictos. Si se te han abierto los ojos da un primer paso y dedícale un tiempo a tu pareja. Tu matrimonio se fortalecerá.

Armando Carrasco