CORDÓN DE TRES DOBLECES

“…Y uno solo puede ser atacado y vencido, pero dos, espalda contra espalda, pueden resistir y triunfar; y tres son aún mejores, pues una cuerda de tres hilos no es fácil de romper…” Eclesiastés 4:12 NBD

 “…Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán; y cordón de tres dobleces no se rompe pronto…” Eclsesiastés 4:12 RV60

En este pasaje podemos ver algunos principios importantes sobre el matrimonio y sobre cualquier alianza que tengamos. Es el principio de invitar a Dios a nuestra vida, de invitarlo a nuestro matrimonio.

En la versión NBD, dice: “…y tres son aún mejores, pues una cuerda de tres hilos no es fácil de romper…” Es una alución directa a Dios en nuestras vidas.

Cualquier matrimonio que decida durar para toda la vida debe primero invitar a Dios a que pertenezca a la familia. Y ¿cómo se hace eso? 

  1. Invítalo, con tus propias palabras invítalo a tu matrimonio. Que tu casa sea Su casa, que tu hogar sea Su hogar. Empieza por decírselo. A Él le gustan este tipo de invitaciones.
  2. Demuestrale que para ti Dios no es un adorno o una tradición sino una persona a la que respetas y obedeces. Lee su Palabra que es el instructivo de Él para tu vida y pon en práctica lo que aprendas de ella.

 Todo esfuerzo será en vano si Dios no está en tu casa, para un matrimonio duradero, estable y genuino Dios es el único camino.

“…Si el Señor no edificare la casa, En vano trabajan los que la edifican; Si Señor no guardare la ciudad, En vano vela la guardia…” Salmos 127:1

Si nunca has invitado a Dios a formar parte de tu matrimonio hoy es un buen día. Dios es el mejor aliado con el que te puedas unir para lograr que tu matrimonio sea restuarado y tenga las bases para ser un matrimonio ejemplar.

Armando Carrasco