Es de suma importancia reconocer que la información que recibe un niño en la edad temprana de su vida y hasta la edad de la adolescencia van a determinar su desarrollo.
El arte en la vida temprana de las personas a partir de la edad preescolar y escolar, contribuye de forma favorable dicho desarrollo ya que lo hace de una manera integral, ayudándolo en varios aspectos de su vida; pues no sólo se involucra en el ámbito físico sino que lo conecta con su mundo interior, de tal manera que puede conectar con Dios mismo.
Los niños se convierten en personas de bien a través del arte, se producen almas bellas, se ha dicho desde muchos años atrás que la base de la educación debería ser el arte, y de esa manera se estarían formando mejores ciudadanos. Se debería buscar una educación en el arte como base del desarrollo equilibrado, creativo, cognitivo, emocional, estético y social de los niños.
Se ha comprobado en niños con autismo que el arte les ayuda a volverse autónomos, comunicativos, seguros de sí mismos y sobre todo felices.
El arte permite sentir y percibir la vida con más profundidad, a expresar su mundo interior; los niños no solo se vuelven más empáticos y comprensivos, sino mejores seres humanos, comprendiendo mejor su entorno y a las personas que los rodean de una manera madura y crítica.
El arte logra la oportunidad de darle al niño un desarrollo emocional armónico (pensar, decir hacer sentir de una manera coherente).
La influencia de una educación artística en el desarrollo tanto individual como social en los niños logrará grandes beneficios entre los cuales se encuentran:
- Inteligencia
- Habilidades sociales
- Una personalidad alerta y perceptiva
- Se vuelve más expresivo, comunicativo y creativo
- Activa de manera global su cerebro
- Reduce los niveles de estrés, ansiedad y depresión
- Favorece el autoestima
- Le ayudas al equilibrio emocional
- Fomenta el pensamiento cognitivo
- Aumenta su concentración
- Promueve la autoimagen positiva del niño
- Ayuda al rendimiento escolar