DON GENERA DONES

Lo voy a escribir desde el principio, no se trata de comerciar con tus dones. Sin embargo, es evidente que un don produce dones, y no está mal. Es normal, es lo correcto. Mira lo que encontré:

«…Gente de todas las naciones lo visitaba para consultarlo y escuchar la sabiduría que Dios le había dado. Año tras año, cada visitante le llevaba regalos de plata y oro, ropa, armas, especias, caballos y mulas…” 1 Reyes 10:24-25

El pasaje habla de que Salomón tenía un don de sabiduría impresionante, y si bien muchos de nosotros no tenemos un don de esas dimensiones, si estamos cargados con dones especiales de parte de Dios.

La pregunta en concreto es, si podemos vivir de nuestros dones. Yo considero que sí. Creo que Dios nos lo da para que “hagamos negocio”, no por lucrar sino para vivir y muchas veces decentemente.

El consejo principal para hacerlo es que busques una plataforma para exponer tu don, una vez que expones el don, los dones fluyen solitos. Sólo exponlo en el lugar correcto.

En la parábola de los talentos, (muy relacionado con dones) el único que no ganó nada fue aquel que escondió sus talentos en la tierra. No los expuso y sufrió pérdidas. Muy al contrario de aquellos que se arriesgaron y expusieron los talentos que habían recibido.

Sí creo que muchos de nosotros, tal vez un día nos quejemos de por qué no tuvimos suficientes recursos para vivir desahogadamente o que no pudimos tener los recursos para cumplir un sueño, y la respuesta será: “Yo te di dones y talentos”.

Es nuestra responsabilidad hacer crecer esos dones y talentos y exponerlos. Entonces se vuelve prioritario saber dónde, cómo y cuándo mostrar los dones y talentos con los que fuimos equipados.

Concluyo con esto: Somos responsables de desarrollar al máximo nuestros dones y talentos. Somos responsables de arriesgarnos y exponer aquello con lo que fuimos equipados. Dios se encarga del resto.

Armando Carrasco.