MOVERSE PARA CRECER

MOVERSE PARA CRECER

Encontré una frase, de la cual desconozco el autor pero dice: “¡La revelación de Dios requiere una respuesta, no viene como información, sino para transformación!”

Cuando recibimos una enseñanza es importante entenderla e inmediatamente ponerla en práctica, porque si no se hace así, se puede diluir y fácilmente lo almacenamos como conocimiento adquirido, corriendo el riesgo de olvidarlo.

Nuestro Padre continuamente nos está hablando de diferentes maneras, constantemente está mostrándonos algo que es necesario que aprendamos o mejoremos, nos ama tanto que desea vernos progresar siempre, en todas las áreas de nuestras vidas.

Cuando Dios revela algo, es decir, muestra algo que antes estaba velado, no lo hace solamente para enterarnos y que quede como mera información, desea que sea percibido, recibido, asimilado y puesto en práctica. Requiere acción, no mera contemplación; ajustes en la forma de administrarnos, de vivir, de tratarnos, también en el ejercicio de los talentos y capacidades que dispuso en cada uno.

Estando en este constante crecimiento, es necesario estar atentos y dispuestos a llevar a cabo lo que recibimos como enseñanza, pues también de esta ejercitamos fe. No es sencillo salir de la zona de confort, pero dar ese primer paso de ajuste y corrección es una manera de mostrar tanto el entendimiento como la madurez adquirida.

Que no se quede la revelación estancada ya que de esa forma no sirve para nada; es movimiento, acción,  identidad y entendimiento de quién es DIOS y quiénes somos en él.

Eugenia Flores.