Una de las metas que todos deberíamos de tener en la vida es desarrollar un sentido de propósito. Por eso promuevo que la gente a mi alrededor haga sus listas de propósitos en los primeros días de enero.
Creo que una lista formal de propósitos logra configurar en nuestra mente un sentido de propósito. Siempre es bueno saber a dónde se dirige uno y enfocar nuestras energías a lograr nuestros objetivos. Mira lo que encontré:
«…Mira hacia adelante y fija los ojos en lo que está frente a ti…” Proverbios 4:25
Lo primero es mirar hacia adelante, hacia el futuro. El pasado nos sirve para aprender lecciones pero no debemos estacionarnos allí, ni estar viendo al pasado cuando queremos caminar hacia adelante. Uno fija la vista a donde uno va a caminar, por eso es que muchas veces caemos, por querer caminar pero viendo hacia atrás. El pasado no lo podemos cambiar, pero sí podemos construir un futuro.
Y lo segundo que vemos en este pasaje es fijar los ojos en lo que está enfrente de nosotros, y aquí hay dos conceptos importantes:
Primero, es fijar los ojos. NO moverlos, no quitar la mirada del objetivo, dejar los ojos puestos en algo, dejar puesta la atención en una meta. Es algo que debemos entrenar. No distraernos con el paso del tiempo.
Segundo, es «…en lo que está frente a ti…” Y me han preguntado: “… ¿y qué tengo frente a mí?” de eso se trata, que te pongas metas y objetivos. Que hagas una alianza con Dios que te ayude a definir tus metas y objetivos.
Una vez que las tienes bien claras, fija tus ojos en ellas y no te muevas, camina hacia adelante y alcanza cada cosa que te propongas.
Un buen hábito que nos ayuda a desarrollar sentido de propósito es ¡hacer nuestra lista de propósitos para el año! ¡No dejes de hacerlo! ¡Es mucho más que una buena costumbre!
Armando Carrasco Z.
