QUE TU EDAD NO SEA PRETEXTO

QUE TU EDAD NO SEA PRETEXTO

La edad no debe ser un pretexto, específicamente para los de la tercera edad, a veces, cuando vamos envejeciendo nos ponemos el pretexto de la nueva generación, que es donde le echamos la bolita a los que vienen detrás de nosotros, porque creemos que ya se nos pasó la edad. Pero mira lo que encontré:

“…Entonces Abram partió como el Señor le había ordenado, y Lot fue con él. Abram tenía setenta y cinco años cuando salió de Harán…” Génesis 12:4

Dios no se fija en la edad, como lo hemos dicho anteriormente, la nueva generación no tiene nada que ver con edad física. En este pasaje podemos ver claramente que Abraham empezó su trayecto de obediencia con Dios a los ¡75 años! Así que no tenemos excusas para buscar sintonizarnos con Su voluntad y caminar hacia donde Él nos marque.

Estamos en tiempos de mucha exigencia, la iglesia está como nunca antes, ante la presión social que la está empujando a nuevos niveles de entendimiento y de acción. La presión social actual no es de palabras, ni de que nos critiquen. Esta tensión colectiva de ahora hacia la Iglesia es de hechos, el hombre ya está caminando y alternando tradiciones, y aún las leyes de los países, para vivir en franca rebeldía a lo que Dios nos marca.

Estamos en un tiempo para empezar a manifestar lo que verdaderamente Dios quiere y que ¡no es religión! Y para lograrlo se requiere de acción de caminar y de partir hacia el lugar que Dios nos mande. No estamos hablando de promover religión. Y eso cambia las cosas.

Debemos integrarnos, jóvenes con adultos y hacer una de las mayores combinaciones de poder: Fuerza y Experiencia. Así como Abraham y Lot. Seremos exigidos todavía más, hasta que nos ocupemos de frenar lo que está sucediendo socialmente. No podemos poner de pretexto que son “los últimos tiempos” y que por eso ya no podemos hacer nada.

Es mejor ponernos a trabajar, navegar contra la corriente de este sistema. Tu aportación puede cambiar o por lo menos frenar la maldad y perversidad que se está gestando. Se requiere de moverse, sin importar la edad que uno tenga. No es la edad la que te da fuerzas, no es la edad la que te da favor, es Dios en ti, es Dios favoreciendo Su voluntad cuando le obedeces. Marca pauta. Tu familia, tus amigos, tus hijos, tus nietos… ¡te necesitan!

Armando Carrasco Z.