AGUAS CON LA OPRESIÓN

AGUAS CON LA OPRESIÓN

A veces es difícil ver personas estables que han demostrado sabiduría en su vida, empezar con un periodo de decisiones erradas, pareciera que han quedado “noqueados”. Y vale la pena analizar este pasaje:

«…Ciertamente la opresión aturde al sabio…” Eclesiastés 7:7 (RVC)

La opresión puede acabar con una persona, con un grupo y hasta con un país. La opresión como dice este pasaje “aturde” hasta a los sabios.

Creo que lo primero que debemos hacer es identificarla para que podamos esquivarla y protegernos, antes de que nuestra mente quede aturdida. La opresión viene de ejercer presión sobre alguna persona al grado de causar angustia.

La opresión al causar angustia genera que la gente deje de razonar de una manera normal y sus mentes queden desconcertadas, y muchas veces hasta atontadas. Eso es causa de tomar malas decisiones.

La opresión es una de las armas favoritas del enemigo. Satanás busca la manera de oprimirnos, porque sabe que con ello puede lograr que tomemos malas decisiones. Así que primero nos oprime de manera natural; en nuestro trabajo, con algún vecino y a veces, incluso con alguien de nuestra familia.

Al principio nos confiamos porque sentimos “la presión” del trabajo y de la relación con nuestros compañeros de oficina como algo normal. Pero la presión se convierte en opresión cuando es continua, hasta volverse una molestia y más adelante una angustia.

El opresor busca daño. El opresor no está jugando, va a seguir hasta ver dónde resistes. Por eso es mejor identificarlo desde un principio. Y empezar a orar, porque cada caso es diferente, no hay receta para frenar la opresión. La oración debe convertirse en nuestra principal arma de guerra.

No importa cuán sabio seas, no importa cuánta sabiduría hayas logrado en tu vida, el enemigo sabe que si te oprime te doblega. Esa es la razón por la cual muchos viven situaciones difíciles que los agobian, el enemigo busca ahogarlos para hacerlos a un lado.

Una vez que lo descubres, te toca cubrir tu propósito. Porque la principal razón de oprimirte es para frenar tu propósito. Mi consejo es pedir ayuda, y junto con alguien que te acompañe en este periodo, salir adelante. No te confíes.

Armando Carrasco Z.

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