Queremos que nuestro país cambie, queremos ver cambios substanciales en nuestra comunidad, pero esperamos que otro empiece a hacer el bien o solo hacemos el bien si los demás me hacen bien. Mira lo que encontré:
«…A dondequiera que vayas, haz el bien, que después de un tiempo el bien que hagas te será devuelto…” Eclesiastés 11:1 (PDT)
Me llamo la atención que dice «…a dondequiera que vayas…” esto quiere decir en cualquier lugar donde te encuentres. No dice: “Haz el bien sólo con aquellos que te caen bien o que pueden devolverte el favor. Se trata de hacer el bien en todo lugar.
En tu casa, en tu trabajo, en tu escuela, en tu colonia, en el transporte público, manejando, comprando, vendiendo, produciendo, descansando, donde quiera que estés es un buen lugar para hacer el bien.
Hacer el bien es parte de tu naturaleza, es parte para lo que fuiste diseñado, fuiste constituido para hacer el bien.
«…Nosotros somos obra de Dios, creados en Jesucristo para realizar las buenas obras que Dios ya planeó de antemano para que nos ocupáramos de ellas…” Efesios 2:10 (PDT)
Hacer el bien está planeado dentro del diseño original para que lo pongas en práctica, es algo que está puesto desde siempre para que actuemos de acuerdo a lo que somos. NO es una moda, no es una idea humana, es un parámetro que Dios ha puesto para todos los creyentes.
Ahora bien, este pasaje nos muestra claramente que habrá recompensa para ti, cuando hagas el bien estás haciendo una inversión porque todo el bien que hagas te será devuelto. Yo se que no debe ser nuestra primera motivación. Debemos hacerlo simplemente porque así fuimos diseñados.
Sin embargo, es un hecho que todo lo que sembramos recibimos, entonces lo que más nos conviene es sembrar el bien, por que un día, el día de la cosecha será de bien y no de mal.
Armando Carrasco
