Cuando leemos tanta bendición, tanto buen fruto de ser sabio, creo que tods en nuestro sano juicio queremos ser sabios, pero muchas veces nos frenamos porque ni siquiera sabemos por dónde empezar a ser sabios. Mira lo que encontré en Proverbios 19:20 (BPT)
“…escucha el consejo y acepta la disciplina, y así serás más sabio…”
Primero, debemos escuchar el consejo. Muchas veces ni siquiera pedimos consejo, ni siquiera pasa por nuestra mente preguntar a alguien con mas experiencia acerca de aquello que estamos pasando y nos perdemos la oportunidad de tomar decisiones después de haber pedido consejo, hay una enorme lista de ventajas que tiene el pedir consejo.
Y suponiendo que pides consejo, lo que debes hacer es verdaderamente escuchar el consejo, no cerrar tus oídos a lo que te están diciendo. A veces el consejo no nos gusta, porque no nos dicen lo que queremos escuchar, el consejo empieza a tener valor desde el momento que lo escuchas. Si pides consejo, abre tus oídos y tu mente.
El consejo es solo eso. Un consejo, nunca es una orden ni una guía para hacer las cosas, es simplemente un consejo. La decisión final y el responsable final eres tú. Sin embargo el consejo abre tu mente, afirma tus pensamientos y hay que aprender a pedir consejo pero sobre todo hay que aprender a escuchar el consejo.
Lo segundo, es aceptar la disciplina. Hay ciertos castigos que necesitamos. A veces somos tan terco con algunas situaciones, hábitos malos tan arraigados que un buen castigo nos asienta bien. Nos hace reaccionar, nos ubica y nos prepara para vencer aquello que creemos es mas fuerte que nosotros. Acepta la corrección, no te justifiques, acepta tu responsabilidad y acepta la disciplina.
Estas dos cosas te harán mas sabio, escucha el consejo y acepta la disciplina. Ambas cosas a veces no son nada fáciles de poner en práctica, pero créeme que es un camino seguro a la sabiduría.
Armando Carrasco