Cuando alguien tiene un problema, pequeño o grande, por lo general tiene su causa en romper un principio. Hoy vamos a ver el principio de la luz y las tinieblas.
“…Jesús contestó: —¿No tiene el día doce horas? El que camina durante el día no tropieza ni cae porque ve la luz de este mundo, pero el que camina durante la noche tropieza porque no tiene luz…” Juan 11:9
Principio: El que camina de día no tropieza ni cae porque ve la luz. Es tan sencillo pero frecuentemente el hombre lo olvida. Muchos de nuestros tropiezos y caídas se deben a que no caminamos en la luz. Caminamos haciendo las cosas a escondidas y es en esos terrenos donde te vas de bruces. Y yo pondría dos niveles, el evidente, que es el pecado que queremos ocultar. Que queremos hacer a “oscuritas” en lo oculto, en la noche para que nadie nos vea. Y actuamos “sin luz” y es allí donde tropezamos.
No estoy hablando de caer en pecado, estoy hablando de caminar a ciegas y que otras cosas son afectadas por nuestras andanzas en la oscuridad, empezamos a tener problemas, y que no nos damos cuenta que la razón de tenerlos es por andar a “tientas”. No somos capaces de relacionar que los problemas que tenemos tienen mucho que ver con andar escondiéndonos. Andas caminando con la luz apagada y a oscuras es bien fácil tropezarnos y caer.
Muchas veces nos preguntamos pero no tiene nada que ver mi negocio con mi pecado de adulterio. Mi esposa ni cuenta se da, pero el negocio empieza a fracasar. O tu salud se empieza a deteriorar. No tanto por el pecado, sino por andar a ciegas, en lo oscurito, haciendo tus cosas buscando el punto mas oscuro para que ni siquiera tu esposa se de cuenta. Esto es lo mas obvio cuando pecas ocultándolo.
Pero también hay otro nivel mas sutil. Un nivel en el que no exponemos nuestros planes a Dios ni a nuestros amigos, cuando queremos hacer todo por nosotros mismos, sin exponer a la luz lo que queremos hacer. La Biblia es muy clara, nos dice que Dios prospera los planes de aquellos que se los presentan y los ponen en sus manos. También dice que en la multitud de consejo se afirman los pensamientos.
Debemos aprender a llevar a la luz nuestros planes. Llevar con Dios y con nuestros amigos nuestros planes y escuchar su consejo. Nos ahorraríamos muchos problemas. Muchos problemas que tenemos es por caminar a “oscuras”. Si tienes un proyecto en mente, no lo dudes, ve pronto con tu Creador y muéstrale tus planes, busca a tus amigos y platícales tus proyectos, seguro es que en esa luz veas mejor el camino para no tropezar.
Armando Carrasco