DIOS DE CERCA, DIOS DE LEJOS

La Biblia claramente nos dice que si nos acercamos a Dios, Él se acerca a nosotros. Es fácil encontrarlo y es fácil acercarse a Él. También es fácil alejarse de Dios. Y más fácil de lo que quisiéramos. Por eso creo que vale la pena meditar en algo. Leamos este pasaje:

¿Soy acaso Dios solo de cerca? —dice el Señor—, no, al mismo tiempo estoy lejos. ¿Puede alguien esconderse de mí en algún lugar secreto? ¿Acaso no estoy en todas partes en los cielos y en la tierra? —dice el Señor…” Jeremías 23:23-24

Sucede que cuando nos acercamos a Dios y Él se acerca a nosotros, estamos mas conscientes de Su presencia, lo sentimos mas cerca de nosotros, lo podemos percibir, al mismo tiempo que esa cercanía aumenta nuestra conciencia de él también aumenta nuestro temor santo de Él que nos hace querer vivir de acuerdo a Su Palabra.

Sin embargo cuando nos alejamos de Él también se enfría nuestra conciencia de Él y ya no estamos sensibles a Él, si el alejamiento es severo hasta llegamos a dudar de su existencia.

Es el resultado de la distancia. Te acercas y lo percibes, te alejas y dejas de sentirlo. Es natural pero es riesgoso. Porque Dios sigue siendo Dios. El hecho de que tú te alejes no hace que Dios deje de ser Dios o que Dios desaparezca. Dios sigue siendo Dios estemos cerca de Él o lejos.

Hay una tercera opción, cuando te acercaste tanto a Dios que quedaste marcado, sellado por Su presencia y jamás de jamás se te va a olvidar que Él existe, que es real y que es Señor de toda su creación. Sin embargo en algún momento decidimos seguir creyendo en Él pero vivir como si no existiera. Y decidmos vivir a nuestra manera. Y no solo nos alejamos de Él sino que nos escondemos de Él. Nos invitan a reuniones de oración o de estudio bíblico y le huimos.

La noticia es que no hay lugar dónde esconderse. No hay algún escondite seguro donde podamos hacer nuestra voluntad y que Él no se de cuenta.No hay lugar secreto para Dios. Ni en el cielo ni en la tierra. Nunca lo olvides,

Es un principio que debemos tener en mente siempre, y cuidar estar cerca de Él. No es lo mismo vivir una vida consciente de que Él está con nosotros las 24 horas del día que vivir creyendo que Dios está lejos. Acércate a Él y mantente cerca de Él.

Armando Carrasco