UN MAQUILLAJE QUE NO SIRVE

A veces se nos dá el maquillarnos para que no puedan ver los desperfectos de nuestra vida. Tratamos de “pintar” de colores y de vida aquellas zonas en las que definitivamente son oscuras. Mira lo que dice este proverbio:

“…Puede engañarnos disimulando su odio pero ante todos se descubrirá su maldad…” Proverbios 26:26

Ese maquillaje un día desaparece y se ve públicamente ese detalle que querías ocultar. El tema que este proverbio toca es el odio.

El odio carcome y consume a la persona, sus expresiones son agresivas, pero una vez que son descubiertas, mientras hay un odio maquillado y ese es el que hay que tener cuidado. Porque está tan maquillado que de momento se nota.

Hay gente que odia a la gente, la que sea, muchas de esas personas son evidentes y las evitamos pero cuando están maquilladas no lo notas y permitimos que se nos acerquen hasta que nos damos cuenta que nos odian.

Lo mismo puede pasarnos a nosotros, si dejamos crecer el odio, y nosotros sabemos que ese sentimiento es equivocado, pero como nos da pena admitirlo públicamente entonces pasamos a maquillarnos y tratar de pasar inadvertido. Y cuando maquillamos tratamos de engañar a la gente que nos rodea pero sinceramente no sirve de mucho porque un día se cae el maquillaje y somos descubiertos tal y como somos, ese odio sale a relucir.

Si tú estás pasando por una situación de odio hay una solución que no solo engaña como el maquillaje, sino que de fondo hermosea nuestra vida. Es el perdón. El odio se empieza a generar por falta de perdón. Cuando perdonas entonces no necesitas maquillaje porque el perdón hermosea la vida. Sé que es difícil pero es una solución real a nuestro problema de odio.

El maquillaje solo engañará por un tiempo y no importa que sonrisa uses, que mirada escojas o que palabras elijas para disimular tu odio al final los hechos son mas fuertes que ese maquillaje. Entonces si de todas maneras vas a ser descubierto… ¿Por qué mejor no perdonas y nos evitas daños colaterales?

El verdadero maquillaje de acuerdo a la Biblia es la buena conducta, (1 Pedro 3:1-6) y parte de la buena conducta es el perdón. Inténtalo y verás que maravilloso es la belleza de un corazón perdonador.

Armando Carrasco