PRODUCIR FRUTO, UNA META CLARA

Hay pasajes de la Biblia que no nos gustan, se nos hacen fuertes. Este es uno de ellos:

“…Les digo que a ustedes se les quitará el reino de Dios y se le dará a una nación que producirá el fruto esperado…” Mateo 21:43

Pero hay algo que nos enseña y en esta ocasión no vamos a poner nuestra atención en la parte dura de advertencia, la vamos a poner en la parte final que dice: “…que producirá el fruto esperado…” Yo creo que aquí está la clave para que no perdamos lo que tenemos.

Debemos tener siempre en mente que nuestra meta es producir fruto no sólo ser un árbol “bonito” y bien cuidado. Si no tiene fruto no sirve. El fruto garantiza no sólo que no pierdas lo que tienes sino que recibas lo que otros no quisieron.

Dios constantemente revisa nuestra vida para ver qué fruto estamos dando. Está en nuestra naturaleza dar fruto, Dios así nos hizo, con la capacidad de dar fruto. Desde la creación Dios tenía eso en mente, “…multiplíquense y den fruto” le dijo a Adán. Hoy Dios sigue esperando lo mismo de nosotros.

Por eso es tan importante enfocarnos en dar fruto. Fruto tiene que ver con carácter. Tienes que estar enfocado en crecer en carácter. Si hace un año eras enojón, el fruto en ti debería ser la apacibilidad y la complacencia. Si hace un tiempo eras mentiroso, ahora el fruto debe ser la veracidad.

Qué tanto has cambiado con los años. Qué tanto has crecido en tu carácter. Ojo; no tiene nada que ver con qué tanto has crecido con tu don o con tus talentos. Eso es otra cosa, tiene que ver con lo que eres independientemente de tu don o de tu llamado.

Cuando Dios te visita para ver qué fruto tienes, no va a valorar qué tanto haz crecido en tu don, o qué tanto has desarrollado tu talento. Donde va a enfocar su examen es qué tanto haz crecido en carácter, qué tanto te pareces a Él.

Juan 15, nos dice cómo se produce fruto, y es permaneciendo en Él. Que Sus Palabras se hagan carne y vida en nosotros de tal manera que gobiernen la manera en cómo nos conducimos en la vida.

Al final de la jornada lo que va a pesar, es tu carácter, no tu don ni tus talentos, sino tu carácter. Si no quieres perder lo que tienes, enfócate en tu carácter. Si quieres tener lo que otros han despreciado por no trabajar en el fruto, enfócate en tu carácter.

Armando Carrasco