PIES LIGEROS

En todas partes del mundo reímos, lloramos, nos lastiman, lastimamos, nos enojados, etc., el ser humano es un ente social que esta en constante interacción con otros. Toda relación implica cercanía, al grado que puedes ver lo bueno y lo malo de la otra persona y no solo lo ves, sino que lo sientes, lo vives día a día, solo que no debemos de olvidar que la otra persona también ve lo bueno y lo malo de uno.

«¿Por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no miras la viga que está en tu propio ojo?» San Lucas 6:41

No es fácil perdonar a los demás y mucho menos pedir perdón, requiere de un entrenamiento constante y determinación para no desistir, me gusta compararlo con los bailarines de ballet clásico, algo que pareciera tan sencillo, tan fácil, tan ligero como una pluma, lleva un trabajo de años, días, horas, vemos en un show el resultado de un arduo trabajo.

Lo mismo pasa cuando uno quiere perdonar o pedirle perdón a las personas que hemos lastimado, no puede ser de la noche a la mañana, es algo que requiere un entendimiento divino, pues implica estar alineados a lo que verdaderamente Dios quiere hacer en nuestras vidas, así como en una presentación de ballet los bailarines parecieran hermosas plumas flotando en el aire, Dios quiere que nosotros flotemos en la plenitud que solo El nos puede dar mediante su hijo Jesucristo, solo aprendiendo que uno encuentra más en dar que en recibir, liberados por el entendimiento que su palabra nos puede dar.

Dios anhela que tu y yo tengamos pies ligeros como de siervo, para dejar atrás lo que no nos sirve, lo que nos estorba, lo que nos ata. Piénsalo, ¿como te sientes cuando alguien que te lastimo te pide perdón? Y ¿qué tal cuando tu pides perdón? No nos gusta hacerlo porque el mundo nos dice que somos mas débiles pero la realidad espiritual es otra, somos mas fuertes porque no nos dejamos gobernar por nuestras emociones, nosotros las gobernamos a ellas, pero lo mejor de todo es que vamos por el mundo con pies ligeros para volar más alto. 

«Hasta que todos lleguemos a estar unidos por la fe y el conocimiento del Hijo de Dios; hasta que lleguemos a ser un hombre perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo». Efesios 4:13