LA LENGUA

Un miembro muy pequeño, que se jacta de grandes cosas y puede llegar a incendiar con un fuego tan insignificante un bosque entero: La Lengua, en efecto, la lengua es capaz de contaminar todo el cuerpo y no solo hablando a nivel físico, sino que puede contaminar a tu familia, a tus amistades, a tus negocios, en fin, puede ocasionar un gran desastre si no se usa como es debido.

Lo más curioso de todo, es que Dios nos dió dos ojos y dos oídos, pero solo una lengua; ¿Será que estaba muy interesado en que antes de hablar escucháramos dos veces? … Yo estoy segura de ello, cuántas situaciones se habrían solucionado de manera inmediata si aprendiéramos a escuchar no sólo una vez sino dos, para procesar la información y luego entonces dar nuestra poderosa opinión. No se digan las instrucciones, hoy día con la rapidez que vivimos las expertas mujeres como nosotras; que nos hemos ganado el título de multidisciplinarias, se nos llegan a escapar datos sobre instrucciones tan sencillas, como ir por el documento que te solicito el esposo, ir al banco tal, con el Licenciado tal, a la hora tal…. y así, todos tendríamos mucho que aportar al respecto.

Pero ¿Qué podríamos decir de la vista?, la escena más común en el café con las amigas, la reunión de escuela, la fila del banco y hasta en la misma Iglesia; es el juzgar situaciones, personas, instituciones, etc., sin tener fundamento, solo guiándonos por lo superficial, el prejuicio le gana a la visión, pues antes de observar situaciones para emitir un juicio, nos lanzamos con pre-juicios sin fundamentos que no solo lastiman a los demás sino que nos dejan en una postura delicada. Un tema demasiado amplio, pero lo único que deseo en sembrarte esta semilla; ¿No será en verdad qué deberíamos escuchar dos veces antes de hablar?, ¿ Que tendríamos que observar dos veces antes de emitir juicios ?, O será que Dios mismo te pide que a través de tus ojos y tus oídos puedas puedas prestar atención a tus caminos para que no incurras en ningún pecado con tu boca; si lo piensas bien hemos lastimado a muchos por ser ligeros con respecto a este tema, ¿No será que es tiempo de ir refrenando la lengua? …

«Decidí prestar atención a mis caminos para no incurrir en pecado con mi lengua; decidí refrenar mis palabras mientras tuviera un malvado cerca de mí». Salmo 39:1