No es lo mismo tener una casa que tener un hogar. Así como construimos una casa debemos construir un hogar. Se escucha obvio pero no lo es. A la casa le dedicamos tiempo y dinero. Buscamos un arquitecto, un ingeniero, albañiles, compramos material, le dedicamos tiempo a evaluar diseño, necesidades y así vamos construyendo físicamente nuestra casa, pero creemos –equivocadamente- que al terminarla será suficiente con empezar a habitarla para que nuestro hogar sea armonioso y feliz.
Pasan los años y nos damos cuenta que tenemos una casa pero no tenemos un hogar. Por lo que debemos, una vez que nos instalamos en la casa, empezar a edificar nuestro hogar.
Ahora bien, puse como ejemplo la construcción de un hogar, pero no se limita con los que edifican una casa, incluye el que renta, el dinero de la renta no incluye la edificación del hogar.
El primer paso para edificar el hogar es el diseño. No puedes avanzar si no tienes un plano. Necesitas ideas y un buen arquitecto. Considero que el mejor arquitecto de matrimonios y hogares es Dios. Creo que cuando le pedimos ayuda para que nos de Su idea para nosotros ya empezamos con el pie derecho.
Dios es un Arquitecto con mucha experiencia en construcción. Dios es hábil para saber qué necesitamos y darnos un espacio de acuerdo a nuestras necesidades, hay una mención en la Biblia que dice que Dios es arquitecto y constructor.
“…Abraham esperaba con confianza una ciudad de cimientos eternos, una ciudad diseñada y construida por Dios…” He. 11:10
Las cosas que Dios diseña y construye son para siempre. Por eso es que debemos empezar por ese paso. Y por eso se nota cuando Dios no ha edificado una familia, falta de armonía, amor, esperanza y felicidad. Y en algunos casos divorcios.
Cuando Dios es el diseñador y constructor, no quiere decir que ese hogar nunca tendrá problemas, mas bien que sus cimientos y diseños están preparados para soportar cualquier problema en la vida. Sus materiales son de excelente calidad, duraderos y eternos.
Empieza por buscar al mejor arquitectos de todos, empieza por ilusionarte con tener verdaderamente un hogar. Si en estos momentos tu familia está en crisis, no te tardes en buscar Su ayuda, Él es experto en recomponer las cosas. Pero no te tardes, hazlo antes de que tu hogar se caiga.
En la siguiente entrega, seguiremos con este tema para que tengas herramientas bien efectivas que te pueden ayudar a edificar un hogar con cimientos que duren para siempre.
Armando Carrasco