Hoy en día los matrimonios valientes que se deciden a tener un matrimonio que dure toda la vida deben nadar contra la corriente, luchar contra todo y contra todos.
Hay una cultura que está fortaleciéndose y es la de matrimonios desechables, de corta duración. Y todo está girando alrededor de esta moda. El arte, el cine, las amistades, los familiares, las leyes, en fin todo a nuestro alrededor lo está aceptando poco a poco.
Y eso no está destruyendo a nuestra sociedad, sino que son “enemigos” que pelean contra nuestro matrimonio, tratando de que le entremos a esa corriente, en la que el destino es tener un matrimonio frágil, en el que con cualquier problema o dificultad es suficiente para destruir una promesa matrimonial.
El peso de un matrimonio está en las promesas de pacto que se hacen en la boda. Sin eso todo se reduce a un simple contrato hedonista que solo funciona mientras no haya problemas.
Estos pocos matrimonios que se han decidido a mantenerse unidos en la promesa de durar hasta que la muerte los separe, son los matrimonios que dejarán huella en la sociedad demostrando que sí se puede tener un matrimonio duradero y estable.
El reto es que tú te decidas. No importa lo que piense tu jefe, no importa lo que veas en la TV o en el cine, no importa lo que veas en la sociedad, importa lo que tú piensas y lo que eliges.
Hoy mas que nunca, Dios, la sociedad y tus hijos necesitan matrimonios que duren toda la vida.
Armando Carrasco